Se registra 1 denuncia a la semana por violencia sexual infantil

Esta violencia atenta contra la integridad física y psicológica de una persona menor de edad. Basta con que suceda en una ocasión para considerarse violencia sexual.

Ana Liz Leyte / Divulgar

En el estado de Chiapas, se tiene el registro semanal que un niño, niña y/o adolescente denuncia ser víctima de abuso sexual, tipo de violencia que es muy frecuente pero muy poco denunciando.

La Fundación Granito de Arena, ha atendido durante este 2022 de manera mensual cuatro casos por abuso sexual a menores, es decir, una denuncia a la semana, no obstante, el número podría ser mayor, pues menos del 10 por ciento de estos casos se denuncian ante las autoridades competentes, para iniciar con una atención a las víctimas. 

Granito de Arena tiene 10 años desde su fundación y a nivel estatal es la única institución no gubernamental que brinda apoyo gratuito a niñas, niños y adolescentes víctimas de abuso sexual, sin embargo, para su operatividad de manera mensual requieren 32 mil pesos, recurso que permite que las familias no tengan que solventar gastos para pagar psicólogos, médicos y todo lo que el menor requiera para su mejora, explicó Juan Esteban Gutiérrez, presidente de la Fundación.

Por lo anterior, Gutiérrez exhortó a los padres y madres a creer y ayudar a los menores cuando éstos expongan esta situación, pues en la mayoría de los casos se niegan a creerle y con ello, los menores van perdiendo la confianza, existiendo una alta probabilidad de que se les repita esta acción.

“Impacta un cien por ciento para sanar esas heridas, espinas que tiene, para tratar el tema de seguridad porque cae una gran inseguridad, en la adolescencia, para no lastimar el vínculo de padres cuando hay negación a creerles… sobre todo quitar esos fantasmas de culpa”, expuso.

De acuerdo a la Cartilla de Derechos de las Víctimas de Violencia Sexual Infantil del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la violencia sexual infantil es una de las formas más severas de violencia y una grave violación a los derechos de niñas, niños y adolescentes, con consecuencias devastadoras para la víctima, su familia y su comunidad, fenómeno que es una realidad y ocurre en todos los grupos sociales y culturales, sin distinción.