Adiós al Coneval; Chiapas sigue siendo el estado más pobre
INEGI ASUMIRÁ LA MEDICIÓN
La decisión
centraliza en el Inegi la evaluación de las políticas sociales. Especialistas y
legisladores de oposición manifiestan su preocupación por la pérdida de
autonomía técnica y su impacto en entidades con altos niveles de rezago, como
es Chiapas.
Ainer González /
Divulgar
La Cámara de Diputados aprobó la eliminación del Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), órgano
autónomo encargado de evaluar la política social y medir la pobreza en México.
Sus funciones serán transferidas al Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (Inegi), que a partir de esta reforma será responsable de realizar
tanto las mediciones como las evaluaciones integrales en materia de desarrollo
social.
El dictamen fue aprobado en lo general y lo particular con
mayoría de votos del bloque oficialista. Aunque se planteó como un cambio
institucional, especialistas han advertido que esta decisión implica el
desmantelamiento de un organismo técnico que operaba de forma independiente, y
que durante casi 20 años proporcionó datos clave para analizar los niveles de
pobreza en el país.
Desde 2005, el Coneval había desarrollado una metodología de
medición multidimensional de la pobreza que incluía no solo el ingreso, sino
también indicadores de carencia como acceso a servicios de salud, educación,
vivienda y alimentación. Esta herramienta permitió hacer visibles las
desigualdades regionales y estructurales que afectan a millones de personas.
Uno de los estados donde estos datos cobraron especial
relevancia es Chiapas, que históricamente ha concentrado los mayores niveles de
rezago social. En su último informe, del año 2022, el Coneval reportó que en la
entidad el 74.5 por ciento de la población vivía en pobreza y el 29 por ciento
en pobreza extrema, el porcentaje más alto del país. Asimismo, Chiapas encabezó
los indicadores de carencias en servicios básicos y alimentación.
Estos diagnósticos que han sido utilizados por los gobiernos
estatales, dependencias federales y organizaciones de la sociedad civil para
planear, rediseñar o enfocar programas sociales. La preocupación de algunos
sectores académicos y técnicos es que, con la desaparición del Coneval, se
pierda la capacidad crítica e independiente de evaluar los resultados de estos
programas, especialmente en contextos como el del sureste del país.
La reforma aprobada señala que el Inegi contará con las
atribuciones y recursos necesarios para dar continuidad a estas funciones. No
obstante, no se ha detallado cómo se garantizará la conservación de las
metodologías existentes ni la autonomía en la evaluación de las políticas
públicas implementadas por el propio gobierno federal.
A partir de la entrada en vigor del decreto, el Inegi deberá
coordinarse con distintas instancias del Ejecutivo para integrar un nuevo
esquema de medición y evaluación social.
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