Escasea agua superficial limpia
La especialista en hidrología e integrante del Departamento de Recursos Naturales del Instituto de Geofísica de la UNAM, Alejandra Cortés, expone que en el país prevalece el nulo conocimiento de la cultura del agua.
Ainer González / Divulgar
El agua fresca, limpia y disponible de la que disponía la población en años anteriores de los lagos, ríos y arroyos, ha casi desaparecido de la faz del suelo mexicano, ya que actualmente el país no cuenta con agua superficial, y de las fuentes de agua que preexisten están contaminadas, alerta un estudio realizado por científicos del Instituto de Geofísica (IGEF) de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
Alejandra Cortés Silva, científica del Instituto de Geofísica de la UNAM, dio a conocer que las aguas subterráneas están siendo sobreexplotadas, afectando a más de la mitad de los acuíferos del país, donde las mayores reservas de agua limpia se encuentran bajo tierra, que han sido sobreexplotadas por una mala gestión de los acuíferos, debido al crecimiento demográfico, industrial y humano, como por actividades agrícolas y ganaderas.
“Toda el agua dulce que nosotros consumimos viene del mar. El Sol calienta el agua salada de mar, se forman las nubes que caminan en los continentes, llueve, y esa lluvia ya es agua dulce”, explicó.
Por tanto, señaló que al no presentarse lluvias y al continuar las prácticas de deforestación en el país, se altera el medio ambiente, razón por la cual ya no se está generando el recurso vital para la sobrevivencia humana.
A esto, añadió que el país atraviesa por una situación delicada, considerando que tres cuartas partes del territorio mexicano son consideradas áridas o semiáridas.
“Sobre las aguas subterráneas, se han caracterizado dos tipos de contaminación: la geogénica, que es la característica que adquiere el agua de manera natural al circular por los diferentes estratos geológicos; y la antropogénica, que es la generada por los seres humanos producto de su desarrollo, tanto demográfico, urbanístico, de disposición de desechos y de cambio de uso del suelo al generar zonas industriales, agrícolas, ganaderas, mineras y de generación de energía”, especificó Cortés Silva.
Las principales afecciones de ambos tipos de fuentes de agua, consideró que son la extensión de la urbanización, por los rellenos sanitarios, el cambio del uso del suelo, la industrialización, la contaminación del agua superficial, la sobreexplotación del agua subterránea y el cambio climático. “Un punto muy importante es el nulo conocimiento de lo que es la cultura del agua”.
A esto, puntualizó que las zonas más afectadas en México son las industrializadas, como la Ciudad de México, el Estado de México y el corredor del Bajío, que afecta principalmente al estado de Guanajuato.
Como ciudadanos, Cortés Silva recomendó realizar actividades en pro del ambiente para cuidar el agua limpia que aún existe, empezando con el ahorro del líquido y tratar de reciclar lo que se pueda.
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